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Diario digital Buenos días Cañete, 25 abril 2024

DESDE CAÑETE PARA EL MUNDO

lunes, 20 de abril de 2009

Comuneros de Asia denuncian estafa en la venta de sus terrenos

Comuneros de Asia protestan por los bajos precios por los que vendieron sus terrenos a empresas como 'Inversiones Tenerife', para la construcción del Boulevard más exquisito del Perú.

Los campesinos aducen que la venta ha sido ilegal y que muchos terrenos de la playa se vendieron a un dólar el metro cuadrado o a menor.

Un reportaje del programa 'Punto final' revela además que la esposa del congresista (PAP) César Zumaeta, Yary Valencia compró a sólo seis céntimos el metro, 50 hectáreas de terreno; sin embargo su abogado alega que su compra es legal y tiene los fundamentos que testifican una compra lícita, que asciende a 32 mil nuevos soles.

De otro lado, más de 800 pobladores aducen que fue el otrora presidente de la comunidad, Fernando García quien vendió un área de 500 mil metros cuadrados a 450 mil dólares, lo que equivale que cada metro cuadrado se compró a un precio de 90 centavos de dólar.

Existen más de cien denuncias de los comuneros quienes afirman que no se enteraron de la venta de sus terrenos. Cabe resaltar que actualmente, una casa en el exclusivo balneario puede llegar a costar 800 mil dólares.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La Comunidda de Asia núnca fue propietaria de los terrenos de Playa de donde se ubica los clubes sino la familia de Asin desde la mitad del siglo XIX; La Corte Suprema dió la razón a la familia de Asín luego de un juicio de varias décadas; la última propietaria fue María de Asín Lecca. Durante el gobierno militar y el SINAMOS la Comunidad se hizo mañosamente de estos terrenos habriendo una nueva partida registral ignorandose la que ya existía a favor de María de Asín Lecca y donde estaba anotada la Sentencia de la Suprema. Existen entonces dos partidas registrales sobre una misma área y por consiguiente prima la más antigua. La Comunidad de Asia ha usurpado esos terrenos y estafado a todos los compradores al ignorar los derechos ancestrales y jurídicos de la familia de Asín